viernes, 22 de junio de 2007

Los mandamientos vaticanos

El vaticano, una vez más, nos ha sorprendido con su excelsa opinión acerca del mundo de los mortales publicando su propio "decálogo de la conducción". Según ellos, pretenden tomar cartas en el asunto e iluminar a sus pobres ovejas descarriadas en un grave asunto que quita la vida cada semana a cientos de personas en todo el mundo. Uno de los motivos fundamentales que les ha llevado a esta magnánima postura ha sido condenar que "Muchas personas cuando conducen les aflora el instinto de dominio, prepotencia y poder y el automóvil lo usan como objeto de ostentación de si mismos, para eclipsar a los demás y suscitar envidias". No digo yo que no haya algo de todo eso, como ellos mismos anuncian "De todo hay en la viña del Señor", pero, al menos en mi caso, también hay: Cuarenta kilómetros de mi casa al trabajo, una pésima (más bien inexistente) combinación de autobuses a dicho centro, unas caravanas infernales que te llevan hacia tu destino a menor velocidad que el Papa-móvil en visita oficial, unas carreteras cargadas de hoyos, badenes amorfos, curvas interminables, motos suicidas, obras no señalizadas, accesos a autopistas sin carril de aceleración (para estas no vienen nada mal los coches que aceleran de 0 a 100 en "nosecuantos" segundos) ... en fin, miles de cosas a las que te enfrentas diariamente capaces de producir un accidente de tráfico y que sin duda forman parte de la necesidad más allá del uso del automovil como objeto de ostentación y prepotencia.
En todo esto, no quiero quitarles su parte de razón, seguro que hay gente que el uso del coche lo realiza según los criterios establecidos por la Santa Madre Iglesia, incluso puede que algún que otro sacerdote o cardenal lo haga, por supuesto arrepintiéndose después por ello, y rezando 3 Ave Marías y 2 Padres Nuestros.
Lo que me parece bochornoso es que tan alto estamento de lo moral, lo bueno, lo justo, lo casto ... se proponga redactar "Los diez mandamientos del conductor", cuyo mandamiento principal es: NO MATARAS sin haber escrito anteriormente "Los diez mandamientos contra la guerra", "Los diez mandamientos contra la invasión de países", "Los diez mandamientos contra las dictaduras" (Independientemente de si son de izquierdas o derechas, no vale ir solo contra aquellas que te tiran piedras), "Los diez mandamientos contra los pederastas" (sobre todo si son miembros y concubinos tuyos los que infringen esta norma), "Los diez mandamientos contra el maltrato a la mujer" (Aunque claro, esto se debe a que la sierva de Satanás se ha liberado, si siguiese sirviendo a su marido desde el hogar, este no tendría que castigarla) ...
Todavía estoy echando de menos ver alguna representación eclesiástica en las calles gritando NO A LA GUERRA, eso habría supuesto que, por una vez en los últimos siglos, habrían estado con el mundo entero, gritando a sus gobiernos un NO MATARÁS con mayúsculas. En lugar de eso, se ve que se divierten más incitando a la "objeción de conciencia" para evitar que el amor entre dos personas sea legal a los ojos de todos, más allá de sus cuerpos. No sabía que además del NO MATARÁS había un segundo mandamiento por el que luchar, NO AMARÁS.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ole me encanta lo que has dicho tienes muchisima razon en cada una de tus palabras, es indignante como la iglesia maneja y manipula lo que les "conviene" como mejor les "conviene", pero es bueno saber que hay quien se da cuenta de ello.

david dijo...

¡Caray cómo anda la blogosfera dándole caña al catolicismo!

De lo cuál se deduce que en la otra vida seguiremos teniendo blogs. Porque otra cosa no, pero informáticos tampoco nos faltarán en el infierno...

Respecto a la Santa Madre, qué decir. Que ellos no están ahí para que no nos matemos, o para detener el avance del sida, o para combatir el hambre vendiendo sus obras de arte. Ellos están para lo que siempre han estado, para intrigar, para prosperar, y para conseguir un redil en el que mantener unas cuantas mentes aborregadas a las que nunca se les ocurra levantar la mano a cuestionar nada de lo que diga el cura, que para algo habla en nombre de Dios.

En fin. Nunca me gustaron los sitios donde uno no puede decir que no está de acuerdo con lo que dice el tipo del púlpito.

Pipilota dijo...

Totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho Atlántida... me has hecho recordar a Sor Citroen y me he sonreido. Pero me has hecho recordar la poca verguenza de la iglesia y me he cabreado v_v

Sinceramente creo que necesitan un nuevo concilio que les concilie con el mundo y con ellos mismos, me da la impresión de que está surgiendo una nueva iglesia que tira más para el pueblo y eso a las altas esferas les está poniendo nerviosicos y no hacen más que pronunciar desatinos... Dios proveera ;P