martes, 25 de septiembre de 2007

Otoño


No, lo cierto es que no tengo más vacaciones que nadie en este mundo, he tenido las normales, osea, insuficientes. Lo que si es cierto es que a la vuelta de estas he tenido que enfrentarme a uno de los submundos de mi cabeza boca abajo, a mil maneras de pensar, otras mil para sacar conclusiones y mil más para descartarlas todas ellas; un mundo que se ha llenado de música nueva y diferente para mi, que me ha dejado atrapada como un pequeño insecto en una red de araña gigantesca; el descubrimiento de series fantásticas con realidades dispares y un alto porcentaje de conflictos adictivos, y sobre todo, una mudanda cargada de cajas, polvo, escaleras por subir a falta de ascensor, pequeños viajes en coche y cierta dosis de agujetas.
Mi cabeza ha dado muchas vueltas, no demasiadas pero si las suficientes, casi sin darme cuanta he recatalogado valores y guardado en cajones escondidos seres y sentimientos que antes estaban a mano, llenos de polvo y castigados, pero siempre a mano.
El otoño vuelve una vez más con su pertinente dosis de depresión, nostalgia, melancolía y castañas. A mi aún no me ha atrapado esa sensación, no me preocupo, pronto lo hará, seguro, y disfrutaré de ella ... como todos los años.