martes, 6 de noviembre de 2007

La homosexualidad tiene cura


Hay miles de cosas que necesitan cura, están las que afectan a nuestro organismo: cáncer, deformaciones celulares, enfermedades crónicas, alergias... Están las que afectan a nuestra mente: neurosis, psicosis, esquizofrenia... Están las que afectan a nuestro ego: intolerancia, demagogia, verborrea descontrolada... Hay miles de cosas que necesitan cura, sí, cosas que afectan a nuestro cuerpo y a nuestra mente, cosas que afectan a los que nos rodean que sufren por y con nosotros, cosas que nos afectan a la hora de relacionarnos con los demás, porque seamos demasiado exigentes con ellos, porque seamos lo suficientemente pedantes como para que no aguanten más de dos minutos seguidos hablando con nosotros.
Pero, de todas aquellas cosas que rodean nuestra vida y que quizá necesiten una gran o pequeña cura, jamás se me ocurrió que el hecho de que alguien decida, de manera libre y mutuamente pactada, acostarse con otra persona sea algo que necesite cura. Mucho menos podía asomarme a la cabeza el hecho de que esa cura ha de llegar de manera inmediata si con la persona que te acuestas, además, es de tu mismo sexo.
Pues parece ser que estaba equivocada. Al parecer el gobierno de la Rioja, como no del PP, ha decidido enviar a los institutos públicos de secundaria lotes de libros en los que, entre otras cosas, pueden leerse perlas como que la homosexualidad es una enfermedad que tiene cura, ver el capítulo: La homosexualidad, conocerla y cómo curarla.
Al parecer el hecho de que ames a alguien de tu mismo sexo, o no le ames (no nos pongamos puritanos ahora), el hecho de que tengas atracción por personas que comparten genitales contigo es una enfermedad, crónica supongo, pero que tiene cura. Supongo que este tipo de libros donde, además de tratar la homosexualidad como una enfermedad, se exaltan los méritos y los tiempos del Generalísimo y se compara la Revolución Francesa con los maltratos con los que la Inquisición convertía a los herejes, son los que a los jóvenes de nuestro país les hace falta leer en lugar de las cosas que puedan aprender en la "denostada y patética" asignatura de Educación para la Ciudadanía. De hecho, libros como estos, de marcada tendencia ultra derechista, deberían ser nuestro libro de cabecera (junto a la biblia), libros en los que nos digan cómo debemos tratar como infames bichos raros a todo aquel (o aquella) que tenga el más mínimo apetito sexual por aquellos que son como él, por Dios Santo eso seguro que es antinatural!!!! Eso sí lo consideran antinatural, pero no consideran dañinas cosas como discriminar, señalar con el dedo, mentir (sobre el 11M, sobre el Yak-42), inventar realidades paralelas que dejen al país atontado y a merced de unos cuantos obispos y tipos con traje, camisa a rayas y corbata.

Hay muchas cosas que necesitan cura, una de ellas son las mentes enfermas de los que no piensan, de los que creen que existe un cliché de vida, una sola forma de amar, un solo tipo de familia,una única patria, un solo Dios, una sola religión.