martes, 30 de octubre de 2007

La vida de un emigrante


Hoy en día casi tod@s tenemos cuenta de correo electrónico, la mayoría de los que usamos este recurso tenemos varias, una suele ser formal, es la que usamos para enviar curriculos, y de manera más o menos seria, luego solemos tener una que nos sirve más a diario. Es la que solemos dar a los amigos, compañeros de trabajo y demás para enviarnos chorradas tipo videos locos del youtube y algún que otro chiste. Ayer, al revisar mi correo electrónico, el de pega, el que solo sirve para bromear y pulular por el messenger de vez en cuando, me encontré un correo electrónico de una compañera de trabajo. Uno de tantos, pensé yo, uno de esos en los que ves fotos espectaculares, bromas del Anda ya! o algún que otro correo en cadena que te auguran 1000 año de mala suerte si no lo envias en los próximos días (odio ese tipo de correos, estoy cansada de decir que no me los envien pero todo es en vano). Mi sorpresa fue mayúscula al leer el contenido del mail, contenido que leereis a continuación, literalmente y tal y como lo recibí:

Ahora la cosa ya está así, dentro de 20 años, o menos; ser ciudadano Español de origen Español, va a ser una autentica desgracia...

LA VIDA DE UN EMIGRANTE
¡Qué suerte! Mi hija ya va a la guardería, antes que cientos de niños españoles, gratis y sin esperar cola. Estoy de enhorabuena, me concedieron un piso hace 5 años pagando muy poquito dinero, pasados esos años, lo he vendido y me he llevado a mi país toda la plata y los pobrecitos españoles tendrán que trabajar más para pagar tres veces más y que no se lo den, aunque a decir verdad, para algo tengo más puntos que ellos y si encima denuncias a tu marido por malos tratos, creo que ya te dan la pera de ellos..!! Ayer me regalaron el abono transporte, me vendrá bien ahorrar esos 50 euros. Actualmente, aunque me encuentro cobrando la prologa del paro (REMI), otros 6 meses más por ser extranjera, tengo intención de convertirme en trabajadora autónoma, ya que me han dicho que los 5 primeros años estamos exentos de impuestos. Ahora ya soy trabajadora legal y aprovechando esa ley de reagrupación familiar, podré traer aquí a mis 7 hijos y a mis papitos que van siendo muy mayores para que les cuiden en una residencia de esas que son gratis, ah! también a mi hermanito que allí esta enfermo, que me han dicho que montándotelo bien te dan una ayuda indefinida por incapacidad. Fíjate si serán solidarios los Españolitos, que sabiendo que nosotros somos una población mucho más joven que la de ellos, con seis hijos más de media, ya nos dejan votar en las siguientes selecciones para que podamos gobernar en unos años el país, pero que majos son! Es que son tan generosos!! Lo que no entiendo es por qué se nos dice que contribuimos a la inseguridad, que se hubiesen preocupado de esas personas que blanquean sus antecedentes penales por 100 euros en las comisarías de sus países de origen para poder entrar en España, además, los que delinquen son bastantes menos de lo que la gente se piensan, ya que somos muchos los nacionalizados, y oficialmente figuramos ya en la lista de españoles, por lo tanto no creo que sea justo que ahora siendo ya Españoles se nos tachen de de ello. También nos dicen que estamos formando guetos, y no es cierto, abarcamos ya todos los barrios de las distintas ciudades, ellos son los que se deberían de preocupar de no crearlos. Que cada vez van siendo menos y nosotros más, fíjate, hasta dicen que no ponemos de nuestra parte para integrarnos en este país, que se integren ellos!! Que nosotros que cada vez somos más y no tenemos necesidad de abandonar nuestra cultura! Quiero tener muchos hijos aquí, no entiendo como este país tiene la tasa de natalidad tan baja con la cantidad de ayudas que recibimos.
PREGUNTAS: ¿Crees tú que el emigrante de primera o segunda generación, tiene más derechos, por ejemplo, que nuestros jubilados que se encuentran en los hospitales en una lista de espera mientras atienden a todos los que vienen de fuera? o incluso más que nuestros mayores que levantaron y reconstruyeron el país de sol a sol, tras pasar por una terrible guerra civil y ahora les ha quedado una paga mensual de mierda? Todo ello contando con que les quieran sus hijos, porque sino se ven debajo de un puente por no tener una mísera residencia para ellos que bien seguro se lo han ganado. ¿Que perfil de extranjero crees que viene a España (y no a Portugal o Gibraltar que está a la misma distancia),¿crees que es el del hambriento? Acaso son aquellos que se puede permitir el lujo de dejarse una pasta en el billete de avión? El que paga 6.000 euros a las mafias por traerles a España (toda una millonada en su país? o son esos que vemos en la tele rodeado de moscas? que son los que no pueden cruzar la valla porque no pueden sujetarse en pie, y mucho menos tener una televisión en sus casas donde puedan ver y comprobar, que es la ostia 'emigrar' a España donde allí vale tó?

¡¡DE VERGÜENZA!! NI QUE SEAS DE DERECHAS O DE IZQUIERDAS, LO TUYO, POR DIGNIDAD, YA ESTA BIEN DE QUE SE RÍAN DE NOSOTROS, PÁSALO!


ESCRITO y PUBLICADO EN UN DIARIO GRATUITO DE MADRID.

Al terminar de leer el citado correo no podía terminar de creerme lo que acababa de leer, decir que me parece un panfleto fascista y retrógrado propio de otra época, que me parece apología xenófoba cargada con tintes mezquinos, engañosa y cruel, que solo trata de engañar a los más analfanetos y asustadizos españolitos de a pie y ensalzar ideas racistas y clasistas propias de la derecha más extrema me pareció la conclusión más adecuada a esta agrupación de letras, unidas para formar palabras que leidas en sus totalidad solo engendran injusticia y odio.
Lo que más me preocupa de este tipo de razonamientos xenófobos, si es que se le pueden llamar así, es que no solo forman parte, como muchos de nosotros queremos creer, de una minoría derechista que se manifiesta todos los 20 de Noviembre para celebrar el aniversario de la muerte de Franco. Puede que letras como estas provengan de ahí, pero están escritas a drede para calar en gente que, lejos de aceptar el intercambio cultural, de viajar, de conocer a los que son "diferentes" a ellos, viven una vida que adolece de cambios y dónde estos, no son bien recibidos. Gente que necesita a quien culpar de sus miserias, de las colas en el médico, de la falta de acceso a la vivienda, de que su hijo no encuentre trabajo... y en toda esta lógica preocupación, más allá de culpar a gobiernos, economía o capitalismo incipiente, toman el camino fácil de culpar lo diferente, lo nuevo, de culpar a aquellos que otros les señalan con el dedo como los culpables de que ellos no encuentren la comodidad que anhelan.

Hace poco, en el Hospital en el que trabajo, la sala de espera de urgencias estaba llena de gente. Unos, enfermos, otros (la mayoría) con simples resfriados y gastroenteritis que ya hubieran sido atendidas en sus centros de salud, o en caso de que no hubiese sido el caso, que eran supceptibles de esperar en casa hasta ver al médico de cabecera, porque ir a urgencias para eso solo conlleva que aumente el tiempo de espera, y eso es algo que perjudica a todos, más allá de cómo sea el sistema sanitario español. Pero voy a la cuestión que este es otro tema. El hecho es que con la sala de espera llena hay que poner unos límites, y estos son el intentar que por cada paciente haya solo un acompañante, de manera que sea más cómodo para el paciente, que no tiene ganas de nada y solo quiere estar tranquilo y que lo atiendan pronto. Cuando pretendíamos poner entre unos cuantos orden para intentar que los compañantes de más se fueran de la sala, una señorita (llamémosla así) dijo a voz en grito:

- Lo que teneis que hacer es sacar de la sala a tanto negro y tanto sudaca extranjero para que los españoles podamos sentarnos en la sala de espera con nuestros familiares enfermos.

No pude contestarle porque estaba trabajando, porque me hubiera peleado con ella, y con muchos más que sonreían y pensaban como ella, no pude contestarle porque es absurdo debatir desde la razón y la solidaridad un argumento que viene de la sinrazón y el odio a lo desconocido.

He intentado buscar en internet el supuesto periódico madrileño donde publicaron dicho artículo, no lo he encontrado, lo que si he encontrado es este foro donde alguien pone las mismas palabras que a mi me enviaron por correo, no dejan de sorprenderme las respuestas que recibe ante estas.
Como contraréplica a este tipo de escritos podría dar mi opinión, podría decir los errores en los que caemos si pensamos de esa manera, si juzgamos a la gente por su pais de procedencia, su color, sus creencias, sus tendencias, pero no lo haré. No lo haré con mis palabras porque que ocurran este tipo de cosas me enfandan, me cabrean ... y con esos sentimientos no quiero rebatir palabras tan crueles. Dejo pues unas palabras de Robert F. Kennedy, que creo que dicen con acertada sabiduaria lo que quizá yo diría con excesiva rabia:

... siempre que se rasgue el viento de una vida, que otro hombre ha tejido, torpe y penosamente, para él y sus hijos, siempre que hagamos eso, la nación entera será degradada. Y sin embargo parecemos tolerar un nivel creciente de violencia, que ignora nuestra común humanidad, y nuestras demandas a la civilización. Demasiadas veces celebramos la arrogancia y la chulería, y a los bravucones, demasiadas veces excusamos, a los que quieres construir su vida sobre los sueños destrozados de otros seres humanos. Pero hay una cosa clara, la violencia engendra violencia, la represión engendra venganza, y solo una limpieza de toda nuestra sociedad, puede arrancar este mal de nuestros corazones. Pues cuando enseñas a un hombre a odiar y temer a su hermano, cuando le enseñas que es un ser inferior, por su color, o sus creencias, o las normas que siguen, cuando le enseñas que los que son distintos a ti, amenazan su libertad, o tu trabajo, o tu hogar, o tu familia, entonces aprende también a enfrentarse a los otros, no como conciudadano, si no como enemigos, recibiéndolos no como cooperantes, si no como invasores que subyugan y someten. Y al final aprendemos a mirar a nuestros hermanos como extraños, extraños con los que compartimos una ciudad pero no una comunidad, hombres ligados a nosotros en una vivienda común, pero no en un esfuerzo común. Tan solo aprendemos a compartir un miedo común, solo un deseo común, de alejarse del otro, solo un impulso común, de superar el desacuerdo con la fuerza. Nuestra vida en este planeta es demasiado corta, el trabajo por hacer es demasiado grande para dejar que ese espíritu prospere por más tiempo en esta tierra nuestra. Desde luego, no podemos prohibirlo con militares, ni con una resolución, pero quizás podamos recordar, aunque sea por un momento, que aquellos que viven con nosotros son nuestros hermanos, que comparten con nosotros el mismo corto momento de vida, que solo buscan, como nosotros, la oportunidad de vivir la vida con bienestar y felicidad, disfrutando lo que la satisfacción y el logro les proporciona...