lunes, 15 de octubre de 2007

Tras el puente


El puente ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Sueño atrasado, remoloneo en la cama, paseos, cañas con los amigos, comida basura (o rápida, o de último minuto), tequilas, sal y limón, series, películas, teatro (risas, sorpresa, magia ... me encantó), más cama. Es increible la de cosas que se pueden hacer en un par de días, la de cosas que seguro he dejado de hacer y podía haber hecho.

La últimas semanas, al despertar, se han convertido en una auténtica sorpresa, una apuesta diaria que me hago a mi misma sobre lo que me voy a encontrar al asomarme por la ventana que se esconde tras la cortina. ¿Sol o nubes? Por ahora prefiero los días nublados, si acaban derramando agua mejor. El sol, aún así, se niega a abandonarnos. Cuando sale lo hace como una herida que está curando y pica, y marea, y sudas ... en estos momentos añoro un poco de nubes y humedad donde esconderme tras sus matices grises y que el paisaje acompañe a mi mente.
El sábado me dijo un amigo que últimamente estaba muy volatil, le pregunté a qué se refería exactamente, no quiso o no supo contestarme. Pensaré acerca de ello, no me siento así pero me provoca curiosidad que usase justo ese termino.
Suponiendo que haya aplicado esa palabra en todo su sentido, o todos sus sentidos, me encontraria con:
1- Que pueda o puede volar
2- Dicho de una cosa: Que se mueve ligeramente y anda por el aire (átomos volátiles)
3- Mudable, inconstante
4- Dicho de un líquido: Que se transforma espontáneamente en vapor

Aplicando todos mis sentidos y haciendo uso de todas las posibibilidades he de decirle, si se refiere a cualquiera de estos conceptos:
1- No puedo volar físicamente, solo con la imaginación, antes lo hacía en sueños pero hace meses que no ocurre.
2- Suelo andar rápido, como si llegase tarde (a eso me han llevado las prisas y el trasiego de gente, creo que he olvidado cómo se paseaba), y en ocasiones estoy en las nubes, sí, aunque nada que ver con átomos volátiles.
3- No hago mudanza con facilidad, no digiero bien los cambios. Solo soy inconstante con aquello que no me importa, como todos, supongo.
4- Definitivamente ha de tratarse del líquido que espontaneamente se trasforma en vapor. Este sol de agosto prolongado me descompone el ánimo, lo hace añicos y tengo que adaptarlo a las nuevas circunstancias, las que me encuentro tras retirar la cortina y que el amarillo venza al gris. Me volatilizo y me dejo llevar, ya caerán mis gotas de nuevo en la cama con el frio de la noche y, de nuevo condensada, esperaré no volatilizarme en un nuevo y precioso día en que el amarillo venza al gris.

4 comentarios:

Pipilota dijo...

Mi puente ha sido un poco desastroso, pero me ha cundido más de lo que preveía en un principio.

Lo que últimamente me desesperan son las noches. Por la noche antes de dormir, es cuando deciden todos los demonios pasear por mi cabeza, en serio, me está entrando pánico escénico cada vez que se pone el sol, y si antes estaba deseando que llegase un otoño gris ahora me está dando bastante canguelo. Me asombra que aún no me haya agarrado el síndrome otoñal y empiezo a achacárselo al buen tiempo... ya veremos.

Me ha gustado mucho la forma en que has diseccionado las posibles razones de tu volatilidad.

Atlantida dijo...

Pipilota, lo de cogerle pánico a dormir es un horror, imagínate que casi todos soñamos con el momento de estar de nuevo en la camita, confortables ... si encima se fastidia. No sé a que tipo de demonios te refieres, si de esos que hacen que te comas la bola por lo sucedido en el día o de los que tienen nombre y apellido, cuernos y hasta huelen a azufre, ya sabes, hay diferentes remedios para diferentes males.
Es cierto que el síndrome Otoñal se retrasa debido al tiempo, parece mentira que estemos a mediados de Octubre, yo me temo lo peor, y es que este su una al síndrome navideño ... entonces sí que la hemos cagado.

Pipilota dijo...

Pero bien cagada >_< callacalla.

Los demonios... ya sabes, esas Cosas que te asaltan con nocturnidad y alevosía. Torpezas cometidas en el día o en la vida, demonios con cuernos y rabo o espíritus malignos, planes que debieron ser y no fueron, miedo a las perdidas irremediables... Cosas que reptan y esperan pacientemente a que estés un poco con las defensas más bajas para atacarte.
Afortunadamente tengo un sueño rápido y no les suelo dejar comerme mucho la moral... de momento... hmmm

Atlantida dijo...

Pip, yo con el tiempo he aprendido que los demonios de los que me hablas se alimentan de atención, sí, la que nosotros le prestamos. Mientras más pienses en ellos más grandes se hacen y más te joden la vida, o la noche, en este caso. Una receta para cuando no tengas el sueño rápido: Ignoralos.